Potente, repentino y, pocas veces, controlable. El asco está asociado a un sabor o visión repugnante... Pero también se puede apoderar de nuestra imaginación, inundándola de una fría náusea.
Enric y Nataly ante la apabullante náusea de la visión...
¡Bichos! Invertebrados, negros, patas peludas, filas de cucarachas, gusanos rellenos retorciéndose en una manzana podrida.
Dos bocas arrugadas, dos entrecejos fruncidos y dos pares de ojos de gesto grotesco. Dos caras manifestadas en una fusión de grima absoluta.
Enric y Nataly gritan:
¡¡QUÉ ASCO!!
Pili Egea
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada